El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Órgiva acogió ayer una jornada organizada por COAG y enmarcada en La búsqueda de canales cortos de comercialización y distribución de productos agrarios. Uno de los objetivos de esta jornada fue el de informar a los asistentes de las alternativas que hay para afrontar la difícil situación por la que está pasando el sector agrícola. El secretario general de COAG Granada, Miguel Monferrer, ha señalado que “la idea de la búsqueda de canales cortos persigue el establecer una menor diferenciación de precios en los productos en origen y destino, porque no es de recibo que el consumidor pague un 300% más de lo que recibe el agricultor por su producción”.
Por su parte, Sandra Moreno, ponente de las jornadas y responsable de canales cortos en cucho verde, expuso que “ante la crisis del sector agrario la alternativa que tiene es la de la soberanía alimentaria, un modelo donde prima el productor y que se basa en el poder de decisión que debemos tener todos en la misma cadena pero que debe primar sobre las decisiones multinacionales de las actuales cadenas modernas de producción y distribución agrícola. Los canales cortos vienen a ser una herramienta dentro de este modelo de soberanía alimentaria, puesto que para llevarla a cabo necesitamos retroceder o ir en contra del modelo de agricultura industrial que sabemos que ha fallado y que ha generado enormes costes ambientales y sanitarios. Con los canales cortos de comercialización anulamos tantos intermediarios”.
Asimismo ha añadido que “lo que se propone desde hace más de 30 años son los sistemas agroecológicos, es decir, los basados en el conocimiento ancestral de la tierra, en la no contaminación y en la de proveer al conjunto de personas que habitan en la proximidad con los alimentos producidos en ese mismo sitio”.
Actualmente en la cadena de alimentación el coste en origen de 10 céntimos sube un 300% en destino, mientras que el dinero se queda en manos de los intermediarios. La idea es aproximar tanto productor como consumidor y luego que el productor perciba un valor digno para su trabajo y que el consumidor pague de forma más sostenible, y eso se hace “a través de mercados locales, del apoyo de las administraciones, en definitiva, mercados hechos por los propios campesinos”.