El Padrón de bulas, que data del año 1598, presentaba un pésimo estado de conservación y pertenece al Archivo Municipal de Órgiva
El delegado provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, Pedro Benzal, y la alcaldesa de Órgiva, Mª Ángeles Blanco, han realizado esta mañana una visita a la Biblioteca Municipal Hurtado de Mendoza para comprobar el estado del Padrón de Bulas, uno de los documentos oficiales más antiguos del municipio y que acaba de ser restaurado por la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales y el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. El Padrón de bulas, que pertenece al archivo municipal de Órgiva y data del año 1598, ha sido restaurado para su mejor conservación.
El delegado provincial de Cultura ha señalado que “es importante que los propios vecinos y visitantes sepan de la existencia de este interesante documento histórico así como de su recuperación. Por ello facilitaremos unas copias transcritas para que se puedan traducir”. Benzal ha destacado asimismo que “además realizaremos en colaboración con el Ayuntamiento de Órgiva un Plan de impulso a la lectura a través de la digitalización de fondos como éste.”
Por su parte, la alcaldesa de Órgiva, María Ángeles Blanco, ha destacado la “puesta en valor de documentos tan antiguos como éste y que servirá también para aquellos historiadores que quieran consultarlo”. La edil ha hecho mención a “la importancia de recuperar nuestra historia” y ha agradecido a la Junta de Andalucía “el interés por trabajar en el ámbito del patrimonio cultural de nuestros municipios.”
El documento se conserva en la biblioteca municipal Hurtado de Mendoza. El Padrón de bulas es un documento muy importante para el municipio ya que contiene el pleito promovido por los intendentes de la Santa Cruzada contra un vecino de Órgiva, Juan de Bustos, por impago de los ingresos derivados de las bulas, aquellas que se pagaban y hacían que te libraras de los pecados cometidos. También las bulas se pagaban para redimir ciertos temas políticos.
En definitiva, estamos ante un documento realizado en papel de fabricación artesanal compuesto de 14 folios cosidos a diente de perro y su importancia radica en la presencia de un traslado del padrón de bulas a finales del siglo XVI, lo que lo convierte en el primer documento que contiene una relación oficial del recuento de vecinos de Órgiva.
La obra presentaba un pésimo estado de conservación. Aparte de las normales alteraciones producto del envejecimiento natural de los materiales que la componen, destacan las importantes lagunas de soporte, deformaciones, alteraciones cromáticas así como de origen biológico y microbiológico, y una pérdida de consistencia general debido al alto grado de acidez. Se ha considerado necesario ejecutar una intervención de restauración integral para que la obra pudiera recuperar su aspecto formal y funcional.